2 de agosto de 2011

Asesinato a mansalva en el penal de Ciudad Juárez

Foto: Vanguardia

Asesinato a mansalva en el penal de Ciudad Juárez

Hay tres hechos que analizar en la matanza:

Primero. Se efectuaba una fiesta de adultos.  Incluía visitas y, tal vez, el ingreso de bailarinas y sexo servidoras, claro, con la complacencia de custodios y directores del centro de readaptación social. Entraron a las 23:00 horas del domingo, y las últimas salieron al filo de las 20:30 del lunes. ¿Qué hicieron en el penal durante casi 24 horas

Segundo. Hubo una masacre, no un enfrentamiento. Apenas había salido la última de las invitadas, dos delincuentes armados  llegaron hasta los pasillos del área de nuevo ingreso. Esta área debiera estar totalmente separada del resto del Penal, sin embargo sólo la separan unas escaleras de una habitación de reos permanentes.

Las habitaciones de éstos tienen entre cinco y siete filtros controlados por personal de custodia. A esa hora deberían  haber estado cerradas y aseguradas con candados. De tal suerte que el exceso de movimiento en el trayecto de las habitaciones a ese pasillo (unos 500 metros) no pudiera pasar desapercibido. ¿Por qué estaba  libre el pasillo? Esa es la primera pregunta que alguien debe responder. Además, esa área se separa del exterior sólo por dos puertas, algo totalmente absurdo.

De la observación del vídeo del asesinato colectivo, se advierte que los agresores vienen del área de reos permanentes y que dispararon sin ton ni son, no seleccionaron a quién iban a asesinar. Se trata  de una simple masacre sin sentido, similar a la de los centros de rehabilitación o a la de Salvarcar y que, obviamente, tenía la finalidad de crear una distracción mayor, o provocar repercusiones en el exterior. Pudo ser para provocar una oportunidad de escape a gran escala o producir resonancias políticas dentro de la guerra que sufre la ciudad.


A estos agresores los separaban sólo dos puertas del exterior. La manera en la que estaban armados, les hubiera facilitado salir a la calle, pero no lo hicieron: su objetivo era otro. Por eso se confunden entre una multitud de internos que habían llegado hasta los pasillos que unen al Cereso con los tribunales. Es decir: la fuga masiva era inminente. La contuvo la presencia de elementos de la Policía Federal, primero, y la de la municipal, minutos después y, finalmente, el apoyo del Ejército.

Tercero: En esas circunstancias, el secretario de Seguridad Pública, Julián Leyzaola, llegó hasta el acceso poniente de la zona aledaña al Penal y, por la prisa que tenía, no hizo caso a un retén de control. Los policías federales que estaban en la cercanía le dispararon a matar, lo que no sucedió gracias al blindaje de su  vehículo.

Esos son los hechos. Mi descripción es tan puntual porque yo fui director de ese centro penitenciario  durante tres años (y no sufrí fugas, motines o riñas colectivas). Un mar de opiniones e interpretaciones se han lanzado sobre tan terribles acontecimientos.

Héctor Aguilar Camín me ha pedido mi opinión y, realmente, no se necesita más de un dedo de frente para advertir que quienes mandan en el Cereso de Juárez son las bandas de la delincuencia organizada que están detenidas. Influyen, además, en la distribución de la población carcelaria, que es la decisión más importante de quien está al frente del penal. Es impensable que el director y el presidente municipal ignoren esa realidad tan evidente.

El presidente municipal lleva 4 años  ejerciendo esa función (este es su segundo periodo), debe haber sido informado de esta ruptura de las normas de seguridad tan graves. Sin atreverme a  afirmar que la corrupción los haya tocado,  puede advertirse que al menos hay un profundo desprecio por los seres humanos que están bajo su custodia, y no les importa que mueran de esa manera tan deplorable.

Entre los internos asesinados no había ninguna estructura común, no estaban seleccionados, estaban ahí provisionalmente y había más de 40 presos en la celda donde dispararon los asesinos. Había quienes tenían unos días de haber ingresado al penal. Fue un asesinato a mansalva.

Finalmente: ¿Por qué le disparan al jefe de la policía municipal, Julián Leyzaola? ¿Por romper arbitrariamente las medidas de seguridad sin mantener ninguna comunicación previa con su homólogo de la Policía Federal, o porque lo pensaban liquidar los agentes federales?

Algunas preguntas son sencillas y las respuestas difíciles, hay  otras preguntas más difíciles de plantear y claro las respuestas están en medio de los laberintos del poder, que tienen muchos pasillos donde se entrecruza con la comunidad delictiva.

Lo cierto es que al parecer la policía federal prolonga su estancia en Ciudad Juárez,  la policía municipal sigue debilitada, el Cereso ingobernable, la lucha de cárteles cada vez involucra a más niños y desempleados que matan por mil pesos.

Aunque la revisión cuidadosa de los indicadores nos dicen que hay esperanzas, estas tormentas no acaban con el entusiasmo.

Gustavo de la Rosa. Activista de Derechos Humanos de Ciudad Juárez, fue también director de la cárcel de esa ciudad donde el domingo pasado (24 agosto) hubo la matanza de 17 internos.


Fuente de artículo:
http://redaccion.nexos.com.mx/?p=3258

CERESO, Ciudad Juárez, Guerra Contra el Narcoráfico, Penal, Policía Federal, Secretaría de Seguridad Pública Federal

31 de julio de 2011

LA CONDUCTA DETRÁS DEL CRIMEN



Apersonarse en la escena del crimen después de 4 horas, tomar 10 fotos y trasladar la evidencia en una bolsa de plástico y en conjunto, para llegar con el balístico y decirle esa es tu evidencia trabájala.





En nuestros tiempos el público se ha creado una enorme fascinación que roza en la obsesión y  el  sensacionalismo con los crímenes y la forma en que son cometidos. A la gente le intriga y desea saber el cómo, el por qué y sobre todo entender el quién. En primer lugar, hay dos necesidades que parecen conducir al camino del entendimiento del crimen y del criminal. En primer lugar existe una necesidad por deleitarse y conocer los lados más oscuros de la conducta humana y segundo la urgente evaluación y entendimiento, de aquellos que se comportan como monstruos y el por qué de ese tan compleja conducta. A través de los años la evolución de la investigación forense se ha presentado de manera lenta, este crecimiento se ha dado sobre todo en aquellos países donde además de la abundancia monetaria, existe el deseo por la trascendencia y el apoyo a lo científico.



Los casos de Ted Bundy, Andrei Chikatilo, De Salvo o Berkowits, han generado en el mundo de la Psicología Criminal un salto considerable de los años 80’s a la fecha y sin duda han sido el parte aguas para la evaluación y entendimiento conductual de la escena del crimen, en  donde los datos y evidencias físicas y biológicas, y con la añadidura de los elementos conductuales van dando forma a una investigación criminal que a principios del siglo XX nadie podría imaginar o quizás no externar por el sentido temeroso de ser tachado como un charlatán o brujo, siendo que en la actualidad ya es una manera más de procesar la escena del crimen y mediante su análisis ayudar de forma inmediata en la investigación y en situaciones futuras tomar como marco de referencia determinado caso de investigación y obtener orientaciones que permitan primero que nada conocer al tipo de personalidad agresora y en la brevedad la detención y el evitar que existan más víctimas.



Con el arribo de nuevas formar de análisis científico a las ciencias forenses en áreas como la Balística, la Genética o la Dactiloscopia, ha quedado de manifiesto que cada uno como expertos y especialistas en determinada rama de las ciencias debemos pregonar por la maduración y la estabilidad  de técnicas valiosas y dejar el escepticismo que por años se ha creado en mentes cuadradas, que no se atreven a salir de su “zona de confort”  y siguen pensando que la criminalística es “apersonarse en la escena del crimen después de 4 horas, tomar 10 fotos y trasladar la evidencia en una bolsa de plástico y en conjunto, para llegar con el balístico y decirle esa es tu evidencia trabájala”.



Aquellos que sigan con esa idea de la investigación forense, no están solo anticuados, están fuera de lo esencial que tiene la actividad pericial criterio y sentido lógico, es ahí donde entra la vocación y la especialización en las aéreas, es donde ya debe ser obsoleta la tan trillada frase en la conclusión final, “ de acuerdo a mi real saber y entender” , esto deber ser  “ acorde al análisis técnico-científico de la evidencia y sustentado en mi capacitación”. De esto parte la imperiosa necesidad de que nuestro país inicie con las consultas, las referencias y las citas bibliográficas, de ahí detecto esa urgencia y sobre todo como forense esa obligación, que creo debemos tener cada uno a los que está, tan delicada e importante carrera nos ha arropado, EL APORTE CIENTIFICO, el dejar ya de lado esa apatía y ese mecanicismo laboral e iniciar personalizando cada caso de investigación, dejemos de lado “ los machotes en los informes”  y vayamos haciendo nuestra verdadera labor forense aportando datos con sustento científico, para que esa víctima y su familia tengan un poco de tranquilidad, al saber que la ciencia ha hecho un poco de justicia.



Posiblemente, la pregunta más frecuente en la Perfilacion criminal, es si la técnica funciona o más concretamente si las predicciones de los perfiladores en la descripción de características de personalidad son exactos, a pesar del carácter obvio  de esta cuestión rigurosa de datos empíricos es escasa, está observación sin embargo no debe interpretarse en el sentido de que el desarrollo de los perfiles criminales se ha generado un vacio total, si no al contrario, existe mucho material  que promulga  la eficacia  de la técnica. por desgracia estos ejemplos rara vez aparecen en las publicaciones que están sujetos a los rigores de la revisión científica independiente, en cambio  con frecuencia en las novelas  vienen perfiles co- escritos por especialistas jubilados, por otra parte a pesar de los ejemplos anecdóticos pueden ilustrar la aplicación de un perfil criminal, los diversos estudios  indican que estas cuentas no pueden ser tomadas como una equiparación con las pruebas de apoyo de la veracidad científica de los perfiles criminales, otra fuente que se ofrece como material de prueba en la validez de los perfiles criminales son las encuestas de satisfacción de quienes han utilizado la técnica, dichas encuestas son informativas que reflejan la satisfacción de los investigadores.



Tal vez sea difícil de apreciar, pero independientemente de la base empírica, científicamente examinado por pruebas de veracidad  la Perfilacion criminal ha realizado sorprendentes predicciones en los casos criminal en los cuales ha participado como un elemento científico de apoyo. a través de las últimas décadas los medios masivos de información en sus ámbitos físicos o electrónicos o en especialidades como el cine, han desarrollado la proyección ficticia de los  más comentados asesinos en serie que en la vida real, realizaron atroces conductas contra otros seres humanos, el caso de Dhamer, Bundy, Chikatilo, Fish, Lee Lucas entre otros, sin embargo la realidad es eso precisamente la situación sin maquillaje, sin cortes sin héroes es la verdadera manifestación psicopatológica alejada de la realidad Hollywodesca.



Conceptos como  el Principio  de Intercambio de Locard, Modus Operandi y Firma Conductual tienen sus raíces en las Ciencias Forenses y la Psicología, los perfiles criminales ofrecen un medio para entrar a la mente de los agresores.


Autor:


Alfredo Velazco Cruz